Un invento que comenzó con una simple idea, se convirtió en la creación que cambiaría para
siempre la historia del transporte de mercancías y, por lo tanto, la del comercio.
Cuenta la historia que un día, mientras esperaba en la zona portuaria de Carolina del Norte el la
pesada carga en la bodega. Entonces, el joven pensó:
“Es una verdadera pérdida de tiempo y dinero. ¿Y si mi camión pudiera subirse con todo su
volumen a bordo del buque de una sola vez?”.
Por su parte; un joven camionero de tan solo 21 años de edad, observaba cómo con mucho
esfuerzo y trabajo, los estibadores traspasaban fardos de algodón de los camiones al buque, para
posteriormente ubicar con ritmo que un humano puede hacerlo.
McLean el creador de la caja que cambió el transporte de mercancías
Malcom McLean, originario de Nueva Jersey, pasó de ser un simple inventor a un emprendedor,
para finalmente con el tiempo, convertirse en el “Gran empresario del Transporte”, logrando subir
la primera carga completa a un buque mediante un contenedor.
Ahora bien, McLean logró materializar su sueño, cuando, convertido en un próspero empresario
de transporte carretero y ante la negativa por parte de una ferroviaria a su propuesta de subir sus
trailers a los vagones, tomó la decisión de aventurarse en un terreno completamente nuevo y
desconocido.
McLean compró un par de viejos buques ocupados durante la Segunda Guerra Mundial, y con
ayuda de algunas manos ingenieras, hizo construir cajas metálicas con las mismas dimensiones de
sus trailers, pero sin el sistema de rodamiento. Posteriormente agregó en las ocho esquinas del
equipo, dispositivos para su manipuleo y esquineros.
El primer contenedor media 35 pies de longitud, 8 pies de anchura y otros 8 de altura,
dimensiones que hoy en día ya no son utilizadas, pues el ISO establece otras medidas.
El transportista y su “invento del siglo” no sólo lograron acortar tiempos de trabajo, sino que el
transporte de mercancías pasó de hacerse de “puerto a puerto” a de “puerta a puerta”; las
instalaciones portuarias se convirtieron en arrendatarios de espacios y al mismo tiempo en
grandes operadores globales logísticos. Se redujeron también las tripulaciones, las estancias en los
puertos y los atraques lejos de los centros urbanos, modificando el estilo de vida de quienes
trabajaban dentro del sector.
Cabe destacar que McLean falleció en el 2001 casi en el anonimato. En Spacewise celebramos la
valiosa visión de este hombre emprendedor, que logró llevar más allá de la imaginación cada uno
de sus sueños, sin aquella brillante creación, nuestro negocio ¡nunca hubiera sido el mismo!
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